domingo, 11 de octubre de 2009

Mi confrontación con la docencia.

En mi caso particular ser docente es algo que disfruto, me llena de gozo ver alumnos exitosos, sobresalientes que hablan de ti de lo poco o mucho que gracias al esfuerzo de alumno-maestro se ha logrado. Lo más gratificante y satisfactorio para un maestro es el agradecimiento de sus alumnos y mi caso no es la excepción.

He tenido grupos a mi cargo desde los 16 años, realice mi servicio social en la escuela preparatoria, dando clases de ajedrez a los alumnos, también desde esa misma edad tuve la oportunidad de trabajar con alumnos universitarios impartiendo clases del juego-ciencia, durante mis estudios universitarios de Licenciatura en Sistemas de Información Administrativa, tengo nivelación pedagógica, trabaje como vocal de ajedrez municipal en donde tuve a mi cargo los grupos de ajedrez del municipio.

No he tenido la oportunidad de estudiar normal superior pero siempre lo he querido hacer, de hecho estoy en el proceso de inscripción en una extensión de la José Medrano aquí en mi mismo municipio.

Vengo de una familia de maestros y cuando terminé la licenciatura hace aproximadamente 2 años, tuve la oportunidad de cubrir un interinato como docente, fue cuando reafirmé mi gusto por enseñar a las personas, posteriormente a escasos tres meses de iniciarme de lleno en el magisterio, tuve la oportunidad de entrar al nivel medio superior, en dónde estoy ahorita. En la preparatoria No. 8415 de Chínipas Chihuahua.

Ser profesor es una gratificación muy grande pero también es una gran responsabilidad, tener a nuestro cargo la mente y conciencia de miembros jóvenes de una sociedad cambiante que en un futuro muy cercano van a ser adultos responsables o irresponsables dentro de la misma es algo que preocupa a cualquiera, sobretodo cuando vemos a algunos alumnos irresponsables y faltos de interés, carentes de todo sentido de responsabilidad y sobre todo carentes de valores que nos humanizan, es cuando uno se da cuenta de el triste y oscuro lado de la educación que a veces algunos ignoramos o tratamos de no voltearlo a ver, es un problema grave que ha existido desde hace mucho tiempo y ninguna reforma logrará cambiarlo, el cambio esta en cada uno de nosotros, en que los docentes aportemos un trabajo colectivo y colaborativo para de esa manera cambiar las conciencias de nuestros alumnos.

Saludos. Carlos Vega L.

3 comentarios:

  1. Carlos, en verdad es gratificante enseñar pues la vida nos pone en contacto con cientos de personas con quienes podemos interactuar en los salones de clases e influirlos para ser mejores seres humanos y para ayudarlos a elevar su nivel de conciencia.
    Saludos
    Laura

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  2. Carlos, buenas noches.
    Tu actitud solidaria y compromiso personal te ha permitido superar los obstáculos para alcanzar las metas en tu formación profesional, con el único fin, de contribuir al desarrollo de las capacidades cognitivas de los estudiantes,ampliar sus competencias para la vida y favorecer su inserción en la sociedad del conocimiento.

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  3. Buen día Carlos y a todos.

    El ser docente, es una labor muy gratificante y loable, ya que nos sólo educamos a jóvenes bachilleres de edades entre los 14 y 18 años o más, sino que los forjamos como hombres y mujeres a través de nuestros ejemplos como personas, no hay nada mejor que predicar con el ejemplo.
    Que bueno que desde jóven te gustó el ser un maestro, así también lo has heredado de tu familia, según lo comentas, pero que mejor es que esa tradición familiar no se pierda, que sigas produciendo los frutos de la educación, cuyas semillas día a día las vertimos en nuestros estudiantes que el día de mañana, llegarán a ser los hombres y las mujeres que darán progreso económico y tecnológico que tanto falta le hace a nuestro país.

    Saludos desde Oaxaca.

    Seguimos en contacto.

    Atentamente:
    Arturo Velásquez Ruiz
    Su humilde y seguro servidor.

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